¿Por qué los sociólogos/as no podemos ir a huelga?
- Hugo Solórzano (Costa Rica)
- 27 nov 2021
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Autor: Hugo Solórzano especialista en sociología de mercado (Costa Rica)
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el derecho de huelga, es uno de los medios legítimos de que disponen los trabajadores y sus organizaciones para la promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales.
Este es un derecho fundamental al trabajo, no ha sido fácil lograrlo y que sea reconocido. No obstante, hoy en día, es habitual informarse en los medios de comunicación de masas y/o digitales, que gremios como: transportistas, médicos, enfermeras empleados públicos, maestros, comerciantes, taxistas, etc. han decidido ir a huelga, estos son solo algunos ejemplos.
Lo curioso, para los que nos formamos como sociólogos/as, es percatarse de que, nunca hemos hecho una sola huelga. Aunque parezca increíble, a primera vista, lo cierto es que nunca un grupo de profesionales en sociología ha utilizado su derecho a la huelga para defender sus intereses, nunca hemos presionado a la sociedad con la amenaza de cesar nuestra prestación de servicios.
¿Qué explicación puede tener este hecho?. Una primera explicación sería que los sociólogos/as no hemos tenido motivos para declararnos en huelga hasta el momento. Es decir, que no nos hemos visto amenazados por ninguna situación contraria a nuestros intereses. No obstante, es muy extraño que algún grupo de profesionales goce de tanta suerte, que en ninguna ocasión haya sentido peligrar su espacio laboral.
Todo lo contrario, los sociólogos/as somos un grupo de profesionales con muchas dificultades para insertarnos laboralmente, por lo tanto, motivos no nos faltan para reclamar mejores oportunidades de empleo. Entonces, si motivos no nos faltan, ¿Por qué no hemos hecho nunca una huelga? .La respuesta, aunque parezca difícil de pensar, es porque no podemos. Hay razones de peso que nos impiden ejercer nuestro legítimo derecho a la huelga.
El derecho a la huelga se basa en el principio de necesidad. Cuando un gremio es necesario, tiene en sus manos una herramienta de presión y poder sobre la sociedad: la huelga. Por tanto, huelga significa interrumpir la prestación de un servicio y, si tal servicio es necesario para la sociedad, esta se debilita. El resultado es la movilización de fuerzas sociales que reclaman el restablecimiento del servicio.
Si los sociólogos/as organizáramos una huelga, ¿qué perjuicio ocasionaríamos a la población?, ¿Quién reclamaría la necesidad de nuestros servicios profesionales?. Es muy triste, pero la respuesta es que casi nadie. Si los sociólogos/as hiciéramos una huelga, la sociedad seguiría funcionando igual, no se ocasionarían problemas en ningún sitio, casi nadie se vería perjudicado de forma importante.
El cese de la actividad de los sociólogos/as que ejercen su profesión en Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), la docencia en Universidades, centros de investigación, entidades estatales y las consultorías en la empresa privada, no tendría consecuencias importantes en el funcionamiento de dichas instituciones. Y, sobre todo, la sociedad, en general, no experimentaría ningún temor o perjuicio por la falta de servicios sociológicos. Es decir, la huelga no nos otorga ningún poder sobre la gente, de ahí que no tenga ningún sentido recurrir a ella.
Estos hechos demuestran claramente, que los servicios prestados por los sociólogos/as no son valorados o reconocidos socialmente como una necesidad. Entonces, ¿Realmente estamos prestando un servicio?. Todo parece indicar que no, que, a pesar de nuestra buena voluntad, no somos capaces de ofrecer soluciones reales y efectivas a las demandas sociales. Ya sé que muchos colegas no estarán de acuerdo conmigo, pero, el hecho es que no podemos hacer huelga, nadie reclamará nuestra vuelta al quehacer sociológico. Y esto, aunque nos disguste en lo más profundo, sólo ocurre cuando aquello que creemos ofrecer no sirve a la gente, no le es útil y necesario.
Quiero decir que, para que se me entienda, las sociedades necesitan sociólogos/as, sin ninguna duda, pero no tal y como somos ahora. Las sociedades necesitan que, algún día, los sociólogos/as seamos capaces de aportar soluciones efectivas a muchos de los problemas que afectan a las personas. Mientras este día no llegue, las sociedades tolerarán nuestra presencia, estimularán nuestra investigación (o debería), pero no nos necesitan.
Y esta situación, sólo la podemos cambiar nosotros mismos, si cuestionamos nuestra formación y a nuestra actividad. Colocando en tela de juicio tantas teorías desgastadas y demostradamente inútiles. Fomentando la formación e investigación aplicada como primera tarea de todo sociólogo/a. Exigiendo y promoviendo una verdadera formación científica. Y, sobre todo, sin engañarnos en cuanto a nuestra verdadera situación. Quizás, algún día, no demasiado lejano espero, los sociólogos/as del futuro puedan verdaderamente hacer valer su derecho a la huelga.
Gracias por escribir.
Ahora bien, es bueno definir los términos.
Huelga
Huelga en sentido histórico y social
Huelga en el contexto
Sociología como disciplina
Sociología como ocupación
Sociología como función social
De allí se puede tener provecho la
Gracias colega,estás poniendo luz a una parte fundamental en nuestro quehacer, que una importante mayoría ni entiende que es ser sociologa/o. O aun peor le miran como una profesión de segunda. Ciertamente en América del Sur lis colegas lideran dentro de los Hospitales sobre la investigación en salus.
México en estudios de género está también liderada por sociologas y /o sociologos .
Aun así no da para PENSAR irnos a huelga ni ahora ni creo mas adelante.
Sin embargo desde nuestro compromiso con los otros y otras, nuestra elección sigue siendo una cuestión de elección con pasión compromiso y ética.
Excelente aporte Hugo. Muchas Gracias
¡Excelente! Este artículo me hace reflexionar sobre la dirección hacia la que estoy encaminandome cómo futura socióloga. Duele leerlo, pero al menos en mi país, esta es la cruda realidad. Gracias por darme más para cuestionar.