Autor: Andrea Pricco, licenciada en Política y Gestión Institucional en Educación (Argentina). #OpiniónOMIS#ComisiónDeCulturaOMIS En este Kairós de vida debemos apostar a cambiar nuestro chip interior, invito a resetearlo más seguido con momentos que nos llenen el alma. Esta receta debe procesarse con un espíritu de cambio interior profundo. No es simple, pero tampoco imposible. Se basa en encontrar espacios y tiempos cotidianos como posibles de nuevas oportunidades generando un reciclaje que incremente mi potencial para emanar mi creatividad a pleno. Sentirme libre de plasmar mis ideas sin prejuicios autoinstaurados que no acreditan mi ontología.
En la respiración pausada encuentro mi ser para dejarlo fluir. Ese manantial dará lugar a una nueva mirada que resignifique mi totalidad. Sólo así podré reír ante las dificultades tomándolas como simples obstáculos, amar sin fronteras habilitando el perdón y vivir profundamente. ¿Cómo? A través de coleccionar afectos para hacer un mural de sueños reales, regalar aromas de amistad para tejer lazos sustentables en el tiempo. Evitar las ondas nocivas que nos alejan de nuestro centro. Animándonos a caminar descalzos dejando huellas que si importen, que nutran una nueva forma de ver el mundo. La reforma está en nosotros, deconstruir y volver a construir. Facilitar intervenciones más allá de las modas para hilvanar diseños icónicos atesorados, que reflejen nuestro ser verdadero. Renovar la galería de nuestro existir con obras colectivas, inclusivas, integrales que guarden proporción a la altura de la humanidad. Abrir ventanas sinodales que soplen una radiante luz ante las sombras. Orientar nuestro camino hacia la dirección correcta, en un continuo que se relacione con la naturaleza provocando una articulación perfecta con el universo, esencia de vida plena. Elaborar nuestro propio estilo conlleva trabajo constante de hilar la urdimbre, pilar que alimente nuestro motor. El color en movimiento depende sin dudad de cada uno de nosotros, pincelar cada instante, decorarlo a nuestro gusto nos hace vibrar en otra sintonía. Cada nota habilita una nueva melodía que llama sentir otro latir, provocar una química especial para continuar creando sonrisas que se impregnen en los otros. No economicemos el poder de AMOR. En este tiempo inédito aprendamos a vibrar nuestras fibras más íntimas para que nuestro aleteo logre abrazar las almas de corazón a corazón y sanar heridas sólo así podremos reír, amar y vivir.
Visualizar la Transformación en posibles sin fronteras, en un NETWORKING de calidad y fraternidad abierta, proyectando en las ondas poderosas del aleteo de la mariposa, ciclo de apertura a un nuevo portal de aprendizaje en comunidad.